domingo, 18 de agosto de 2013

Dos documentos imprescindibles (II): la carta de presentación del traductor

Si la semana pasada os hablé de la importancia de un currículum vítae adecuado a nuestras necesidades como traductores, hoy es turno de hacer lo mismo con un documento que, a menudo, es olvidado en las solicitudes de empleo: la carta de presentación (en inglés, cover letter).

Y digo que es la gran olvidada porque, en esta era de internet, se ha perdido la costumbre que existía de acompañar el currículum impreso de una pequeña carta remitida al empresario como complemento al currículum vítae. Sin embargo, aunque ahora los currículos no vayan en formato papel, sino totalmente electrónico, es más que recomendable (yo diría que imprescindible) redactar una carta de presentación que, en la mayoría de los casos, será el cuerpo del correo electrónico de nuestra solicitud de colaboración.

La carta de presentación es fundamental para poder explicarle a aquel que nos va a contratar todas esas cosas que no hemos podido (o no hemos querido) incluir en el currículum vítae o para reafirmar la importancia de estas; por ejemplo, para explicar con más detalle en qué ha consistido un proyecto de especial relevancia para el puesto que se va a desempeñar, o para responder a las solicitudes particulares del cliente. También es habitual, en el caso de los traductores, hacer constar aquí nuestras tarifas o el presupuesto de un proyecto concreto. La carta de presentación perfecta debería incluir lo siguiente:
  • Nuestra formación académica relevante. Se puede explicar más en detalle aquello que consideremos de especial importancia (por ejemplo, si solicitamos un proyecto de bioquímica y somos licenciados en Química con especialidad en Bioquímica, es digno de mención).
  • Experiencia laboral de relevancia. Y solo de relevancia, en especial si ya hemos incluido toda nuestra experiencia en traducción en el currículum vítae. Es decir, si solicitamos un proyecto de traducción jurídica, debemos hacer constar nuestra experiencia en traducción jurídica y mencionar algún proyecto reciente de gran importancia, en caso de que exista. Si hablamos de experiencia laboral no relacionada, dará la sensación de que nuestra presentación es un copipega y de que ni siquiera sabemos qué trabajo estamos solicitando.
  • Por qué somos los más adecuados para el proyecto. Es decir, por qué elegirte a ti en vez de a cualquier otro traductor. Resalta tus puntos fuertes y muéstrale al empresario que eres tú a quien está buscando. Échate flores. Si no lo haces tú, ¿quién si no lo va hacer?
  • Herramientas informáticas con las que trabajas. En especial si se solicita en la oferta de colaboración. No incluyas solo herramientas TAO, sino todo tipo de software que consideres de relevancia.
  • Tarifas, palabras diarias y método de pago. Como no conoces el texto original, las tarifas propuestas serán orientativas. En mi caso, yo suelo nombrar mis tarifas mínimas para textos generales, que asusta menos que si pongo mis tarifas para textos especializados. También puedes optar por un rango. Hacer figurar los modos de pagos que aceptas es también más que recomendable en el caso de que se trate de un cliente extranjero (extracomunitario), que preferirá Paypal o Skrill (antes Moneybookers) en lugar de transferencia bancaria, debido a las comisiones por transferencia internacional.
  • Respuesta a cualquier otra pregunta formulada en la oferta de colaboración.
Si bien una buena carta de presentación no garantiza que nos vayamos a hacer con el proyecto, sí nos dará ventaja con respecto a aquellos traductores que no hayan redactado una. No hay peor presentación que un correo electrónico cuyo cuerpo sea una sola línea: «Please find attached my CV. My rates are X». Estos currículos suelen ir directitos a la papelera, por lo que, con una carta de presentación os aseguráis, al menos, que leen vuestro currículum. Eso sí, intentad evitar lo siguiente:
  • Una fórmula de saludo impersonal. Si estás respondiendo a una oferta de colaboración determinada en la que se conoce el nombre del responsable de esa agencia, dirígete siempre personalmente a él o a ella. Si la oferta está firmada por John Smith y empiezas la carta con un «To whom it may concern», demuestras que no has leído con detenimiento la oferta. Y si no prestas atención a lo más básico, ¿cómo van a confiar en tus servicios?
  • Información que no sea de relevancia. Puede dar la sensación de que estás enviando una carta de presentación estándar, la misma que envías a todas las empresas. La información que contenga tu carta tiene que estar personalizada para cada solicitud de colaboración, porque, en caso contrario, el empresario podrá pensar (y con razón) que no has puesto interés en ofrecer tus servicios de la forma adecuada.
  • Lenguaje demasiado informal. Os prometo que he recibido correos electrónicos que decían: «Hey, how are you? I saw your post at ProZ and I thought I would send you my CV. That project sounds cool!!! You can find my contact info in my CV in case you need it». Obviamente, no es apropiado dirigirse en estos términos a nadie en el ámbito laboral y mucho menos si esa persona puede darte trabajo. Tampoco hace falta que seas extremadamente formal, pero que no parezca que estás escribiendo un correo electrónico a tus compañeros de juergas de fin de semana. Si eres de los que prefiere dar una imagen amable y menos encorsetada, opta por un término medio en el tono de tu carta de presentación.
  • Dar una imagen desesperada. Nadie quiere contratar a traductores que den la impresión de estar desesperados por conseguir trabajo. La razón es lógica: si lleva meses sin conseguir trabajo, por algo será. Así que nada de escribir cosas como «Please hire me!!!» o «I'm short of jobs and I can work for little money if you choose me» (sí, en ambos casos he recibido cartas de presentación que incluían estas frases).
Si sigues estos consejos, ten por seguro que tus cartas de presentación mejorarán. No puedo garantizarte que vayan a conseguirte trabajo, pero sí que, al menos, leerán vuestra carta enterita.

1 comentario:

  1. Hola Sara, yo nunca me acuerdo de poner mis tarifas en la carta de presentación, gracias por el consejo. Una pregunta, ¿qué recomiendas poner en el asunto del email? Me parece que es muy importante porque es lo primero que va a ver el cliente antes de abrir nuestro email. Lo que pongamos puede hacer que lo descarte incluso sin leerlo. ¿Qué me recomendarías? Un saludo y gracias! :)

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